PROCEDIMIENTOS REFERENCIALES Y ESCRITURA ACADÉMICA RESULTADOS DE UNA IMPLEMENTACIÓN DIDÁCTICA PRE-POST
Marcela Bonnet
marcelabonnet@hotmail.com
Universidad Nacional de Río Cuarto – IFDC Villa Mercedes
República Argentina
1. INTRODUCCIÓN
En nuestra práctica como docentes observamos que los estudiantes ingresantes al nivel de educación superior cometen errores cohesivos que afectan la claridad de los contenidos que deben exponer. Indagaciones precedentes a la que aquí presentamos nos muestran que las dificultades se acentúan en la producción de textos complejos en los que deben reformular teorías provenientes de textos fuentes. Los resultados obtenidos evidencian que los enunciadores no tienen mayores problemas en el uso de anáforas correferenciales en las que se reactiva un referente ya introducido, identificable en la materialidad textual. Sin embargo, detectamos que la mayor dificultad se presenta en el uso de fenómenos anafóricos atípicos, que tienen por función introducir un nuevo referente cuyo antecedente no se presenta claramente delimitado, tal es el caso de las anáforas asociativas. También hallamos que los enunciadores presentan problemas para renombrar antecedentes complejos a partir de nuevas etiquetas discursivas. Este fenómeno se advierte en los tipos de anáforas recategorizantes. Ante este panorama, implementamos una secuencia didáctica que busca revertir las dificultades señaladas. Dicha secuencia se desarrolló en el marco de la asignatura Seminario para la Elaboración de Textos, y en un trabajo interdisciplinar con el espacio Introducción a la Literatura. Ambas asignaturas pertenecen al primer año del plan de estudios del Profesorado en Lengua y Literatura de la Universidad Nacional de Río Cuarto. En Introducción a la Literatura se proveen los marcos teóricos y contenidos programáticos para la realización de trabajos escritos, expositivos y argumentativos, pertenecientes a los géneros académicos, mientras que en el Seminario se trabajan las convenciones particulares de los géneros académicos con los que interactúan los estudiantes. Se destaca el valor epistémico de la escritura y sus condicionamientos disciplinares e institucionales.2. LA ANÁFORA COMO PROCEDIMIENTO REFERENCIAL: PERSPECTIVAS TEÓRICAS
Las perspectivas denominadas por algunos autores como tradicionales o restrictivas (Andrújar Moreno, 2002; Escavi Zamora, 1999) acerca del estudio de la anáfora suelen entenderla como un fenómeno discursivo que genera una dependencia interpretativa entre dos segmentos textuales que cohesionan el texto, colaborando en su unidad semántica-sintáctica y en su progresión textual. Estas perspectivas suelen limitar el estudio de la referencia anafórica a los casos en los que determinados elementos gramaticales se interpretan por relación a un elemento léxico identificable en el discurso (Cuenca, 2000); en general, no consideran los casos anafóricos no correferenciales como problemas anafóricos propiamente dichos, sino que más bien se inclinan por entender a estos fenómenos como casos de referencia exofórica o deixis. En estas líneas tradicionales podemos mencionar los estudios de Halliday & Hassan (1976) y los de sus seguidores Mederos (1988) y Givón (2001), entre otros. No obstante, la correferencialidad parece no ser un rasgo suficiente para caracterizar los diversos tipos de funcionamiento anafórico. En tal sentido, Aphotéloz (1995) encuentra que no siempre las marcas anafóricas remiten a un antecedente específico, tal es el caso de las llamadas anáforas indirectas, asociativas o libres, y además que la identificación material de un elemento antecedente específico no siempre basta para explicar una relación de tipo anafórica, porque los procesos inferenciales resultan cruciales en la interpretación de la identidad referencial. En definitiva, parece indicado sostener que los diferentes tipos de marcas anafóricas constituyen piezas claves en la interpretación de lo que un enunciador realiza al construir su objeto de discurso. Muchos de los procedimientos referenciales que se despliegan en la producción discursiva pueden entenderse bajo la mirada de un conocimiento anterior que se recupera. No es posible comunicar, construir un texto e interpretarlo sin recurrir a una información previa anclada en una base común y conocida tanto por el enunciador como por el co-enunciador. Los aportes de los enfoques cognitivos entre la década del 70 y el 80 en adelante comienzan a abordar el estudio de la foricidad (especialmente del fenómeno anafórico) desde una perspectiva psicolingüística. Tal es el caso de Evans, (1982); Apothéloz, (1995); Kleiber, (1990); Cornish, (1990), entre otros autores nucleados en la Escuela de Neuchatel.
Con más o menos diferencias los autores de los enfoques cognitivistas coinciden en señalar que en el fenómeno fórico están involucradas operaciones referidas a niveles de representación mental, es decir, a procesos mentales de integración de la información, además la mayoría de ellas presentan la ventaja de unificar la interpretación de expresiones fóricas y deícticas, sin realizar una división tajante entre ambos conceptos. Según esta perspectiva cognitiva, el uso de los procedimientos referenciales también está ligado a un propósito comunicativo, en el que intervienen componentes cognitivos que posibilitan la construcción de los objetos discursivos que se configuran durante el proceso de producción de un texto.
Los objetos discursivos se van construyendo progresivamente de forma intersubjetiva entre los participantes del acto comunicativo y el discurso. Esta es la razón por la cual ciertos elementos cohesivos lexicales, como las formas sinonímicas y gramaticales (elipsis, e inclusive ciertas formas pronominales neutras) pueden asumirse como opciones lingüísticas que reformulan anafóricamente no sólo elementos lingüísticos, sino también, conocimiento sobre el mundo y sobre la realidad socio-cultural en la que se inscribe el objeto discursivo. En el próximo apartado definimos y analizamos tres de los tipos anafóricos que registramos en el análisis de textos producidos por estudiantes. Describimos e ilustramos su funcionamiento con ejemplos extraídos de corpus reales, conformados por ensayos académicos que abordan la problemática de la memoria sobre el pasado reciente de la historia argentina.
3.1. LOS TIPOS ANAFÓRICOS Y SU MANIFESTACIÓN DISCURSIVA
3.1.1. Función correferencial
Esta función suele evidenciarse en el tipo de anáfora fiel o gramatical. El segmento fórico repite simplemente el antecedente en espejo. Podemos decir que la anáfora fiel o gramatical tiene como función principal retomar información para evitar la reiteración de palabras, aunque en algunos casos hallamos la repetición del ítem léxico. A diferencia de la función asociativa y recategorizante, la función correferencial parece no ser tan determinante en la construcción de objetos discursivos, ya que no recategoriza información, ni tampoco incorpora un referente nuevo como si fuera conocido, sino que activa un referente introducido previamente en el discurso. Como veremos, la función correferencial es la que ocasiona menores dificultades de escritura. En el fragmento (1):(1) “La ficción se sirve de la verdad para recrearla”
observamos un caso de correferencia absoluta, en la que el pronombre enclítico la reformula anafóricamente un sustantivo. La función principal del procedimiento anafórico en este caso es el de evitar la repetición del sustantivo verdad. Este tipo de procedimiento suele presentarse con un alto índice de frecuencia de uso, sin embargo, como veremos, no resulta ser el tipo anafórico que genera mayores dificultades de escritura. Si bien hallamos algunos problemas de ambigüedad referencial, los enunciadores no presentan demasiadas dificultades al introducir anáforas que aluden a antecedentes claramente identificables en la materialidad textual.
3.1.2. Función asociativa
Los procedimientos referenciales que cumplen función de anáforas asociativas son aquellos que a) dependen interpretativamente de un elemento antecedente, b) no son correferenciales con dicho antecedente y c) el elemento anafórico introduce un referente nuevo como si fuera conocido. Registramos usos asociativos que poseen la particularidad de construirse a partir de sintagmas nominales con pronombres demostrativos y que no establecen relaciones necesariamente léxico estereotípicas con su antecedente del tipo “Llegamos al pueblo, la iglesia estaba cerrada”, pero en los que hallamos que la asociación igualmente puede establecerse a partir de los conocimientos inscriptos en la memoria discursiva y en la enciclopedia del receptor. Dichos conocimientos se recuperan gracias a los elementos lingüísticos que funcionan como gatillos de antecedentes (Cornish, 1986); es decir, como ocurrencias lingüísticas que sin funcionar necesariamente como un antecedente en el sentido estricto del término, tienen la capacidad de generar un contexto que posibilita el retome anafórico y la recuperación de la identidad referencial. Por ejemplo, en el fragmento (2), el antecedente de estos hechos no se halla claramente delimitado en la materialidad textual:(2) “La novela La mujer en cuestión está situada, como dijimos, en el pasado reciente de nuestra historia. La historia se desarrolla en los oscuros años del llamado proceso de reorganización nacional. Se reflexionan e investigan estos hechos”
“oscuros años del llamado proceso de reorganización nacional” funciona como un gatillo de antecedente que apela a un período de la historia argentina, como lo es el de la dictadura militar de 1976. La marca anafórica “estos hechos” activa en la memoria discursiva del interlocutor algunas asociaciones posibles, como puede ser la desaparición de personas, el clima de represión, las torturas a las que eran sometidos los presos políticos, etc. Resulta claro, entonces, que las inferencias que puede llegar a hacer un interlocutor para reponer la marca anafórica “estos hechos” están estrictamente ligadas a los conocimientos que éste guarde en su memoria discursiva acerca de la dictadura militar. El ejemplo comentado deja entrever que los mecanismos que operan en la anáfora asociativa son extremadamente complejos, y que involucran tanto factores semánticos, como pragmáticos que trascienden ampliamente a la posibilidad de recuperar una identidad referencial unívoca. Este es un mecanismo ampliamente utilizado por los enunciadores; sin embargo, notamos que su uso trae aparejado numerosas imprecisiones que repercuten en la rigurosidad de los conceptos. Al parecer, los enunciadores la utilizan como una estrategia que les posibilita referirse a momentos históricos de los que conocen su existencia, pero sin la profundidad necesaria como para referirlos con precisión. De esta manera, se introduce un elemento nuevo como si fuera conocido, pero al no existir gatillos de antecedentes adecuados, las asociaciones tienden a dispararse en sentidos muy diversos. En (3):
(3) “Cuando hablo que la ficción ayuda a crear historias que cuentan hechos del pasado que muchos no pudieron contar, se puede hacer referencia a lo sucedido en la historia argentina: el golpe militar y lo que repercutió en ella y a los desaparecidos, los asesinados en esa época”
si bien la anáfora asociativa “esa época” puede ser interpretada a partir de ciertos gatillos de antecedes como “golpe militar” o los sustantivos “desaparecidos” o “asesinados” hallamos una dificultad relacionada con la precisión del dato histórico que incide negativamente en la construcción del objeto discursivo “esa época” , puesto que, como sabemos, en el período que comprende desde 1930 hasta 1983 en la Argentina se produjeron seis golpes militares en los años 1930, 1943, 1955, 1962, 1966 y 1976. Al no realizar ningún tipo de precisión al respecto la interpretación del sintagma nominal “esa época” puede reponerse a partir de identidades referenciales muy diversas.
3.1.3. Función recategorizante
La función principal que cumple este tipo anafórico es la de encapsular la información precedente vinculada a estados, procesos, eventos o cursos de eventos para recategorizarla y reconstruir un objeto discursivo. Así, un mismo referente puede ser nombrado (recategorizado) de diversas maneras a lo largo del texto, lo que posibilita la transformación del conocimiento. En el caso de las anáforas nominalizantes -que consideramos como un tipo de las recategorizantes- resultan centrales los procesos de reificación de la información. Por ejemplo, en (4) observamos cómo el segmento explicativo-descriptivo acerca de la novela “Lo Imborrable” de Juan José Saer se redefine en el objeto “esta trama”. Categoría que a su vez posibilita la apertura hacia la predicación de nuevos atributos.(4) “En Lo imborrable de Saer, se construye el hilo de la narración en torno a una serie de acontecimientos protagonizados por Tomatis durante tres días de los últimos años de la dictadura, en la ciudad de Santa Fe. En esta trama se muestra el punto de vista del personaje y aparece, aunque de manera marginal y ligada a las experiencias de los sujetos, la concepción política en la cual estaba inmerso el país. Juan Jose Saer en el artículo…”
En el caso de las anáforas recategorizantes las dificultades se presentan principalmente cuando los enunciadores recuperan información anterior y vuelven a nombrarla a partir de etiquetas discursivas imprecisas que afectan a la construcción de los conceptos. Por ejemplo, en (5)
(5) “Dos Veces Junio, la novela de Martin Kohan, refleja muy crudamente la impunidad y el convencimiento con el que actuaban las fuerzas represoras y sus cómplices. Se ponen en evidencia también el fervor y la importancia que se le daba al fútbol por sobre lo que sucedía, la apropiación de los hijos de las secuestradas, el aval de la justicia hacia el accionar militar y el sexo solo como acto de dominación violenta entre víctima y victimario. La novela se desarrolla sobre todos esos ejes mencionados que son llevados a cabo por…”
podemos observar que los antecedentes que se presentan subrayados son recategorizados a partir de una etiqueta discursiva que resulta inadecuada, puesto que los elementos nombrados no constituyen exactamente ejes, sino más bien temáticas que son abordadas por la novela.
4. OBJETIVOS
4.1. Objetivo general
Valorar si la enseñanza reflexiva y sistemática de procedimientos referenciales ayuda a superar las dificultades de escritura ligadas al uso de anáforas asociativas y recategorizantes que afectan a la construcción de objetos discursivos como objetos de conocimiento.
4.2. Objetivos específicos
a) Indagar cómo inciden las anáforas asociativas y recategorizantes en la construcción de objetos discursivos como objetos de conocimiento.b) Analizar si como resultado de una intervención didáctica los estudiantes logran superar las dificultades observadas en los textos que escriben respecto de la progresión de la información y, como consecuencia, de la conformación de los objetos.
c) Analizar comparativamente la función de la anáfora recategorizante en los procesos de reificación de la información y evaluar su uso antes y después de la intervención didáctica.
5. MATERIALES Y MÉTODOS
Los estudiantes leyeron y analizaron un conjunto de obras literarias que abordan hechos vinculados al pasado reciente de la historia argentina y resolvieron consignas de escritura en las que debían comentar las obras literarias leídas y analizarlas en función de los contenidos de teoría literaria trabajados en clase. El objetivo principal fue el de trabajar sistemática y reflexivamente el uso de procedimientos referenciales a medida que se realizaban las tareas de escritura solicitadas. Para llevar a cabo nuestra investigación seleccionamos un corpus de 46 textos que produjeron los 23 estudiantes que cursaron ambos espacios curriculares (Seminario para la Elaboración de Textos e Introducción a la Literatura) durante el ciclo lectivo 2014. El corpus se halla conformado por dos series: una serie A -correspondiente a los 23 textos argumentativos recolectados antes de realizar la intervención- y una serie B, en la que agrupamos los 23 ensayos seleccionados luego de implementar la intervención. Los textos elaborados en el pretest surgen a partir de una consigna en la que los estudiantes debían dar cuenta de la lectura de dos cuentos que abordan la temática de la dictadura militar argentina: Infierno grande de Guillermo Martínez y Llovían cuerpos desnudos de Lázaro Covadlo. La segunda serie del corpus -serie B- está constituida por 23 ensayos que el mismo grupo de estudiantes realizó luego de implementarse la secuencia la didáctica. En esta instancia analizaron -a la luz de los contenidos de teoría literaria trabajados en clase- un conjunto de obras literarias tales como: La mujer en cuestión y Lengua Madre de María Teresa Andruetto, Dos veces junio y Ciencias Morales de Martín Kohan, Los Pichiciegos de Rodolfo Fowgill, entre otras ficciones. También, se incluyeron textos no ficcionales relativos al tema de las dictaduras militares, como por ejemplo, Operación Masacre de Rodolfo Walsh, Diario de un clandestino de Miguel Bonasso y Poder y Desaparición de Pilar Calveiro.Para llevar a cabo el estudio de ambas series del corpus registramos las formas anafóricas construidas con pronombres demostrativos que identificamos en los textos, y analizamos cuál es el tipo de comportamiento que estas formas desempeñan teniendo en cuenta la función que cumplen: correferencial, asociativa o recategorizante. Evaluamos si las marcas lingüísticas presentes en el texto -los antecedentes- favorecen (o no) la reconstrucción de la identidad referencial a la que alude la marca anafórica. Teniendo en cuenta este criterio clasificamos los usos en A) la identidad referencial puede reponerse en su totalidad B) la identidad referencial puede reponerse parcialmente C) No puede reponerse ninguna identidad referencial. Empleamos una metodología de investigación mixta en la que combinamos el estudio cualitativo, con un estudio cuantitativo en el que se midió el índice de frecuencia de aparición de las funciones antes nombradas, y la forma en que eran usadas, según los criterios A, B, o C.
5.1. Descripción de la secuencia
La secuencia estuvo conformada por cinco clases de 120 minutos.Clase 1: Se desarrollaron actividades tendientes a la recuperación de conocimientos previos vinculados a mecanismos de cohesión a partir del análisis de diversas marcas referenciales en el cuento Historia de dos que soñaron de Jorge Luis Borges. Junto a la puesta en común de la actividad, se explicó el funcionamiento de procedimientos referenciales endofóricos, (anafóricos y catafóricos), y exofóricos; es decir, de procedimientos que muestran elementos cuyos antecedentes no pueden hallarse en ninguna parte específica de la materialidad textual. Esto condujo a una primera aproximación al caso de las anáforas asociativas.
Clase 2: Se retomó la temática trabajada en la clase 1 -la de cómo mostrar lo ausente- en una actividad de escritura en la que los estudiantes debían producir un texto descriptivo a partir de una serie de fotografías correspondiente a la muestra Ausencias de Gustavo Germano en la que se recrea la temática de la dictadura militar de 1976. Con este trabajo, no sólo nos propusimos que los estudiantes ejercitaran la habilidad para usar procedimientos referenciales exofóricos y anafóricos asociativos; sino también, proseguir con el eje temático que comenzamos a abordar a partir de la lectura de los cuentos del pretest, es decir, la temática de memoria sobre el pasado reciente. Es importante señalar que en la puesta en común algunos estudiantes advirtieron la necesidad de brindar mayores datos de contextualización para que la reposición de procedimientos referenciales exofóricos fuera factible. En tal instancia, se analizaron estas dificultades y los estudiantes propusieron soluciones para mejorar sus propios escritos.
Clase 3: La clase número tres tuvo como principal objetivo la sistematización teórica de los contenidos trabajados en las clases 1 y 2. La tarea consistió en la lectura y la comprensión del apunte de cátedra: “El texto como unidad significativa: el uso de procedimientos referenciales y conducción del sentido”, por medio de una guía de preguntas. Destacamos principalmente el papel que desempeñan los procedimientos referenciales y la incidencia de estos en la construcción de objetos discursivos como objetos de conocimiento. También se trabajaron dificultades de escritura originadas por el uso incorrecto de procedimientos referenciales, su reflexión y la búsqueda de posibles soluciones. Al finalizar la actividad, se realizó una puesta en común tendiente a sistematizar las respuestas formuladas por los estudiantes.
Clase 4: El encuentro de la clase 4 tuvo como objetivo repasar la clasificación de procedimientos cohesivos propuesta por Halliday para, luego, centrar nuestra atención en los aspectos anafóricos y cognitivos involucrados En esta instancia, se explicó detalladamente la clasificación de los mecanismos de cohesión según la teoría de Halliday & Hassan (1976). Es necesario destacar que esta actividad también permitió reflexionar acerca de cómo los procedimientos referenciales inciden en la construcción del sentido a lo largo del texto.
Clase 5: Estuvo destinada a la explicación de la anáfora recategorizante como mecanismo de cohesión lexical. En un primer momento, los estudiantes analizaron cómo se manifiesta esta categoría en el artículo Literatura, ficción y verdad histórica de Jorge Semprún. Luego, realizaron una actividad de escritura en la que debían recategorizar segmentos complejos. En la puesta en común realizada, los estudiantes advirtieron la importancia de utilizar etiquetas discursivas adecuadas y cómo estas inciden en la construcción de los conceptos.
6. RESULTADOS DE LA INTERVENCIÓN
6.1. Anáforas correferenciales
En lo que a las anáforas correferenciales respecta importa señalar que es el procedimiento referencial que se manifiesta con un alto índice de frecuencia tanto en el pretest, como en el postest. Tal como muestra el Gráfico 1, los datos cuantitativos hallados confirman nuestras consideraciones iniciales respecto de su uso. En general, observamos que si bien pueden registrarse algunos errores de ambigüedad referencial, no es éste procedimiento el que mayores dificultades de escritura ocasionó en los textos analizados. Al parecer, los enunciadores no tienen mayores problemas para reactivar un referente ya introducido, identificable en la materialidad textual. Los cambios que se operaron entre en el pretest y el postest fueron ostensibles en cuanto a su frecuencia de aparición (fue menor en el postest); sin embargo, en lo que a su forma de uso respecta no hallamos mayores modificaciones, más bien en ambas series se mantuvo la prevalencia de buenos usos (A). Aunque es importante señalar que la variación de porcentajes A (buenos) B (regulares) y C (malos) entre el pretest y el postest muestran que estos procedimientos fueron mejor usados en la segunda serie, dato que puede indicar una incidencia positiva de la secuencia didáctica implementada. Según se observa en el Gráfico 1, en el pretest hallamos un 78,72% de buenos usos (A) y un aumento de este índice en el postest que llega al 90,24 %; en cuanto a los casos regulares (B) hallamos un 17,02% en el pretest y un porcentaje menor de 8,53% en el postest. Finalmente los casos malos (C) se presentan con 4,25% en el pretest y en un porcentaje ínfimo en el postest que llega sólo al 1, 21%.Gráfico 1. Frecuencia de empleo y adecuación de anáforas correferenciales en el pretest y en el postest
El ejemplo (6) muestra un uso decididamente incorrecto de la anáfora correferencial extraído de la serie A (pretest) del corpus.
(6) Infierno Grande comienza con un rumor sobre tres personas, en donde supuestamente dos fueron asesinadas y el marido de la chica fue quien asesinó. Todo esto lleva al encuentro de varios cadáveres y al encontrarse con esta situación el oficial recibe la orden de volver a enterrarlos. Acá se ve la complicidad entre personas y como callaron lo sucedido. Está claro que la historia se centra en los desaparecidos y denuncia a los policías y las personas que deciden callarse por miedo y obedecen frente al mandato de no decir nada, ya que esas personas fueron asesinadas en la época del 78”
Más allá de los diversos errores de redacción que presenta el fragmento -sobre los que no profundizaremos- en (6) el sintagma nominal esas personas puede aludir por lo menos a tres identidades referenciales distintas: a los personajes del cuento “las dos personas asesinadas”, a “la complicidad entre personas” –no sabemos cuáles- , o bien a “las personas que deciden callarse por miedo…”. Lo que se evidencia es la imposibilidad de reconstruir cuál es la identidad referencial a la que remite el sintagma. Advertimos que estos usos correferenciales aberrantes desparecen en la serie B (postest), en la que hallamos más bien la prevalencia de buenas construcciones, como se muestra en (7).
(7) La ficción contribuye a la construcción de la memoria sobre el pasado reciente, ya que, estos tipos de obras literarias son capaces de ayudar a esa construcción Por lo expuesto, inferimos que si bien los problemas ligados al uso de procedimientos correferenciales no se focalizan en las anáforas cuya identidad referencial puede reponerse en la propia materialidad textual, advertimos que existe un cambio favorable en el uso de estos procedimientos entre el pretest y el postest. Dicha variación se registra principalmente en la disminución de casos de ambigüedad referencial en el análisis de casos registrados en el postest.
6.2. Anáforas asociativas
En el análisis que realizamos del corpus recolectado en el pretest observamos -a priori- un fenómeno anafórico bastante singular que ocasiona dificultades de escritura ligadas a la imprecisión conceptual. Este fenómeno está vinculado al uso de la anáfora asociativa. Teniendo en cuenta que adherimos a la concepción amplia de este fenómeno anafórico “atípico” sustentamos nuestro análisis en la incidencia que tienen los saberes enciclopédicos en lo que a la interpretación de la identidad aludida respecta. Hallamos que el error de escritura se genera porque el grado de presuposición que el enunciador ofrece al lector para que éste pueda establecer la asociación con el elemento aludido es muy alto. No obstante, podemos advertir un cambio entre el pretest y el postest. En el postest notamos que la frecuencia de aparición este tipo anafórico asociativo bajó sustancialmente. Al mismo tiempo, también se operó un cambio ostensible en su forma de uso debido a que en el postest los enunciadores evidenciaron una tendencia a ofrecer los antecedentes necesarios para que el lector logre establecer asociaciones posibles. Tal como muestra el Gráfico 2, en el postest se registra un porcentaje de buenos usos (A) que llegan al 62,06 %, contra tan sólo un 24,44% que se registran en el pretest. No obstante, las dificultades de imprecisión conceptual que ocasionan los usos regulares (B) o malos (C) siguen persistiendo: observamos que tanto en el pretest como en el postest, los índices de casos regulares se mantienen sin modificaciones (42,22 % en el pretest, contra 41,37 % en el postest), es decir, persisten con un índice alto. En el caso del postest, sí se evidencia una mejoría en tanto no se manifiestan usos decididamente malos. En términos generales, pudimos observar que la enseñanza explícita de la problemática que trae aparejado “mostrar lo ausente” resultó favorable en tanto los malos usos (C) anafóricos asociativos representan un 33,33 % en el pretest, mientras que no se registran usos decididamente malos en el postest.Gráfico 2. Frecuencia de empleo y adecuación de anáforas asociativas en el pretest y en el postest
En (8) se expone un caso prototípico de uso asociativo extraído de la serie A (pretest). Podemos observar que el sintagma nominal esos hitos alude a una identidad referencial extremadamente imprecisa. En consecuencia, la información de los textos se vuelve inconsistente.
(8) Es claro que la historia no se detiene y que resulta central recordar esos hitos, los más duros que nos tocó vivir como sociedad.
En cambio, en la serie B del corpus advertimos que la frecuencia de uso de la anáfora asociativa fue ostensiblemente menor, además, aumentaron los buenos usos de estas formas anafóricas. En (9), mostramos un ejemplo prototípico extraído de la serie B (postest), en él se evidencia cómo el enunciador brinda antecedentes -o gatillos de antecedentes- que resultan adecuados ya que delimitan y contextualizan el momento histórico al que alude el sintagma nominal estos hechos:
(9) El golpe cívico-militar de 1976 constituye quizás uno de los momentos más traumáticos de la historia argentina. Son diversos los textos literarios que ficcionalizan estos hechos con la finalidad de revisar el pasado y construir memoria.
6.3. Anáforas recategorizantes
Advertimos que los enunciadores muestran una mayor tendencia a recategorizar la información en los textos que pertenecen a la segunda serie. No obstante, como puede observarse en el Gráfico 3, notamos que algunos de los problemas ligados al uso de la anáfora recategorizante persisten. Mientras en el pretest advertimos un 71,87 % de buenos usos (A), en el postest notamos un porcentaje levemente inferior de 68,22%. Es decir, al parecer los buenos usos no sufrieron modificaciones sustanciales, inclusive fueron levemente inferiores al pretest. En lo que a los usos regulares respecta (B), advertimos un leve aumento de estos casos en el postest, mientras que los casos malos se mantuvieron exactamente igual.Grafico 3. Frecuencia de empleo y adecuación de anáforas recategorizantes en el pretest y en el postest
A pesar de las dificultades señaladas, hallamos que las anáforas recategorizantes son sustancialmente más utilizadas en el postest que en pretest. Esto muestra que los enunciadores en esta segunda instancia manifiestan una tendencia marcada a recategorizar antecedentes complejos, aunque no siempre puedan hacerlo adecuadamente. No obstante, es preciso señalar que los ensayos producidos en el postest muestran una mayor densidad conceptual que los producidos en la primera serie, lo que puede estar relacionado con la ostensible disminución de anáforas asociativas mal empleadas respecto del pretest y una mayor tendencia a reificar antecedentes complejos que se evidencia en la segunda serie estudiada. En (10), mostramos un ejemplo prototípico de un caso extraído del postest.
(10) Otro ejemplo podría ser “Dos veces junio” de Martín Kohan. Esta novela cuenta dos historias, la de un soldado que entra en el servicio militar y la de una joven embarazada que fue detenida y tuvo un bebé en la clandestinidad. En este descarnado relato se cuenta una perspectiva muy distinta a las demás novelas.
En el sintagma nominal “en este descarnado relato” hallamos una recategorización de la información precedente cuya función principal es la de condensar la información y realizar un ajuste conceptual del antecedente nombrándolo de otra manera. La adjetivación “descarnado relato” pone en evidencia una valoración del referente. La anáfora recategorizante constituye, sobre todo en la serie B, un poderoso procedimiento referencial que posibilita la transformación y la reconstrucción de los objetos discursivos a lo largo del texto.
7. CONCLUSIONES Y DISCUSIONES
El estudio comparativo realizado entre el pretest y el postest muestra que nuestras presunciones iniciales fueron confirmadas. Es decir, hallamos que las mayores dificultades no se hallan en el uso de procedimientos correferenciales, sino en usos anafóricos atípicos como es el caso de las anáforas asociativas y recategorizantes. La enseñanza sistemática de estos procedimientos tuvo una incidencia positiva en tanto logró revertir, aunque sea parcialmente algunas de las dificultades ligadas al uso de la mostración en ausencia. En el postest, los enunciadores lograron construir pistas válidas -a las que técnicamente denominamos gatillos de antecedentes- para que la asociación tenga lugar.En el caso de la anáfora recategorizante observamos que esta constituye un procedimiento referencial que en muchas ocasiones posibilita la transformación y la reconstrucción de los objetos discursivos a través de procesos de reificación de la información. Este aspecto es central en nuestro estudio ya que la reificación está ligada a las operaciones que los enunciadores realizan para elaborar subjetivamente la significación. Por lo tanto, valoramos el efecto epistémico conceptual de dichos procesos en los que se evidencia cómo los enunciadores resignifican la información y vuelven a nombrarla generando nuevos conocimientos. Como un dato relevante podemos afirmar que comparativamente el uso de este procedimiento aumenta de manera significativa en lo que a la cantidad de su uso respecta luego de implementada la secuencia. Es decir, en los textos producidos durante el postest, los enunciadores muestran una marcada tendencia a recategorizar la información, mientras que el uso de anáforas asociativas mal empleadas disminuye ostensiblemente.
Por último, no podemos soslayar que para la producción de los ensayos producidos en la segunda serie, los enunciadores también contaban con un mayor conocimiento de los contenidos propios de las teorías literarias, y con un análisis más profundo de las obras. Estas variables corren a favor de las consideraciones que sostienen el carácter eminentemente semántico que poseen los mecanismos referenciales, es decir, la construcción de los objetos discursivos resulta inescindible de los recursos lingüísticos -en este caso referenciales- con que estos se construyen. Por tal motivo, la textura -la forma textual- no es un añadido, ni una especie de cobertura cosmética con que se recubren los conceptos, sino que ambos se configuran recíprocamente. La implementación didáctica realizada nos muestra que los mecanismos referenciales pueden ser enseñados no como un elemento gramatical aislado, sino conjuntamente con los contenidos conceptuales puesto que es a través de estos procedimientos, en el propio devenir del discurso, como el conocimiento avanza y se modifica.
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